¡Descubre 35 libros que cambiarán tu vida!

Episodio 007

La importancia de soñar en grande

En este episodio, conocerás la importancia de romper las barreras mentales que nos ponemos, y cómo, con determinación, puedes superarlas para alcanzar tus sueños.

Escucha en:

O en tu aplicación de podcasts favorita


Transcripción

¿Cómo ir de tener una bebé recién nacida y tener que depender de la ayuda de los padres hasta para comprar pañales?

¿De no poder soñar con comprar ni siquiera el auto más barato de todo el país?

¿Cómo ir de ahí a comprar un Lincoln en 10 meses?

El día de hoy quiero platicarte algo que cambió por completo mi forma de ver lo que era posible, mi forma de pensar acerca de las metas y de lo que se puede lograr.

Y es una historia que espero que si tú la tomas y la adoptas como tuya, también pueda ayudarte a transformar tu vida y tu historia.

El año era 2003.

Hacía un año me había casado en Bishkek, en la ex Unión Soviética, mi esposa rusa.

Y pasó tanto tiempo antes de que nos dieran los papeles, de que nos dieran el permiso de que mi esposa entrara al país.

Mientras tanto se embarazó y cuando por fin entramos al país, ella ya tenía seis meses de embarazo.

Y yo prácticamente ya no tenía ingreso porque el negocio que había dejado estaba casi desaparecido.

Regresamos a vivir a casa de mis papás. Yo no tenía nada de dinero.

Mi esposa se sentía toda fuera de lugar, sin hablar el idioma, sin entender qué estaba pasando.

Mis papás, gracias a Dios, nos ayudaron muchísimo, muchísimo nos ayudaron. Si no, no sé qué habría hecho.

Y nos veíamos con un problema.

El vehículo que yo tenía, el coche que yo tenía, yo tenía un Mustang viejito.

Pero pues un Mustang es un coche para dos personas, el coche que yo tenía desde la preparatoria.

Y ese coche, pues cabían dos personas adelante, pero atrás no cabía nadie.

Entonces queríamos meter la carriola de mi hija y pues la carriola no entraba en la cajuela.

La silla de bebé no cabía en los asientos de atrás, entonces mi esposa tenía que hacerse bolita atrás y adelante y llevar la silla de bebé.

Y era horrible, de verdad era una situación un poquito difícil.

Y pues si no teníamos dinero para pañales y para comida, pues obviamente mucho menos teníamos dinero para comprar un coche.

Pero sabíamos que necesitábamos un coche. Y yo le había dicho, mira, si nos ponemos la meta y nos ponemos a trabajar, etc.

Vino el auto show en Ciudad de México, fuimos al auto show y vimos un vehículo muy bonito, una cajuela muy amplia y padrísimo.

Dijimos, ay aquí cabe muy bonita la cajuela y todo.

Preguntamos cuánto costaba.

Y costaba muchísimo, en aquel momento ese coche costaba 210 mil pesos.

Contra el que el ingreso de mi negocio del mes pasado no había llegado ni siquiera a 2 mil.

Dijimos, no, esto nunca en la vida, vamos a ver qué más hay.

Después vimos un Focus Guayín. Dijimos, mira, aquí también cabe.

Preguntamos cuánto costaba, costaba 150 mil, era mucho menos.

Era una locura comparada con lo que podíamos pagar.

Y nos seguimos buscando, y buscando, y buscando, y buscando.

Finalmente vimos un Ford Fiesta.

Dijimos, híjole, aquí a lo mejor alcanza a entrar parada la carriola en la cajuela.

Era una carriola muy grande.

Y no nos gustaba la idea, pero preguntamos cuánto costaba.

Y en aquel entonces costaba cerca de 80 mil pesos el coche.

Le dije, mira, a lo mejor si trabajamos muy duro, muy duro un año, me ayudas con mi negocio, a lo mejor en un año podríamos comprar algo así.

Y es lo que nos pusimos como meta, comprar ese coche a un año.

Al mes siguiente, llegué al mes de enero, como te decía, y asistí yo a un evento de la compañía con la que yo tenía mi negocio.

Y en ese evento llegó un hombre joven, muy exitoso, y él dijo una frase que se me quedó súper, súper, súper grabada, se me quedó quemada para siempre en el cerebro.

Él dijo, no te pongas la meta que crees que puedes alcanzar.

Ponte la meta que de verdad te emociona por dentro.

Porque esa meta es la que te va a jalar hacia adelante.

Y regresando a la casa ese día en la noche, hablé con mi esposa, le dije, sabes qué, creo que él tiene razón, creo que es lo que tenemos que hacer.

Y entonces a partir del día siguiente fuimos a las agencias de autos de lujo.

Fuimos a las agencias de autos de lujo a ver qué coches había, qué etcétera, y finalmente el coche que más nos gustó fue un Lincoln LS, la versión de ocho cilindros, deportiva, un auto con una cajuela muy amplia, con mucha potencia, muy cómodo, mucho equipo, un coche que, wow, nos encantó el auto, la verdad, a los dos dijimos, ok, vamos a trabajar por este coche.

Y me dieron un folleto del auto en la agencia, tomé una foto que me encantó del coche del sitio web, y la imprimimos por todos lados, la pegamos en la oficina, y en el baño, y en la recámara.

No podíamos caminar en casa de mis papás sin ver una foto del coche.

Y la verdad es que yo no veía una manera lógica de poder llegar ahí.

Por lógica, eso era una meta que nos hubiera tomado años alcanzar.

Pero era tal nuestra obsesión con alcanzar esa meta, que mi esposa empezó a trabajar, empezó a ayudarme, aunque no sabía hablar español, todo el trabajo era por teléfono, y le dábamos un guión, y ella sabía pronunciar las palabras, y pues pronunciaba como pudiera, y a veces las personas, había personas que trataban de entenderle, personas groseras que le decían que no hay nadie ahí que hable español, y en ese momento ella se sentía muy mal, se sentía muy muy mal de verdad cuando algo así le pasaba.

Yo tomaba el teléfono y le decía, sabe qué, disculpen, pero no quiero trabajar con personas groseras como usted, y les colgaba el teléfono.

Y a veces ella lloraba, y fue una situación muy difícil, pero ese sueño la hacía seguir adelante.

Yo cada vez que tenía que tomar un teléfono para hacer una llamada, o lo que sea, volteaba a ver la foto del coche, me visualizaba manejándolo, y me llenaba de esa emoción, porque habíamos hecho una prueba de manejo, entonces me llenaba de esa emoción de cuando lo había estado manejando, y contestaba el teléfono, y lo hacía con toda la energía, con todas las ganas, con toda la pasión del mundo, y la verdad es que fue algo, fue algo mágico.

Lo que ocurrió a lo largo de ese tiempo fue algo mágico, porque a los 10 meses, a los 10 meses, estábamos en la agencia recogiendo nuestro auto, un Lincoln LS, V8, versión Sport, negro, exacto, idéntico al de la fotografía, idéntico al de la fotografía.

Ahora, ¿por qué te digo esto?

No te lo digo para presumirte que lo haya hecho, porque sinceramente no es nada que presumir, o sea, ese éxito obviamente sí, nosotros tuvimos algo que ver, pero la suerte también tuvo algo que ver, y la suerte es algo curioso, porque entre más trabajas, y entre más buscas alternativas, y entre más te enfocas en llegar a una meta, sin importar qué, más suerte tienes. Y también fue el trabajo de mucha otra gente, no nada más nuestro, sí.

Entonces, pero sí te lo digo para decirte que todos tenemos metas, las tengamos conscientes, no las tengamos conscientes, todos tenemos metas, pero hay una diferencia increíble, de verdad, increíble, entre los resultados que puedes obtener.

Cuando nada más tienes metas que, ay, sí, sería bonito, ay, sí, estaría bien, oye, sí, este año nos vamos de vacaciones a Acapulco, ay, sí, sí, sí.

O cuando te pones una meta tan grande, tan grande, que no alcanzas a ver cómo la vas a lograr, pero que te llena de emoción por dentro, y dices, la tengo que alcanzar.

No nada más me gustaría alcanzarla, no nada más quisiera alcanzarla, sino la tengo que alcanzar.

Porque si tú te pones una meta así, y sientes de verdad que la tienes que alcanzar desde el fondo de tu alma, no te puedo asegurar que la vayas a alcanzar.

Pues te voy a decir una cosa, aunque no la alcanzaras, vas a haber avanzado enormemente, comparado con si no lo hubieras hecho.

Hay un orador, que en este instante olvidé su nombre, pero él suele decir, apunta hacia la luna y caerás entre las estrellas.

¿Sabes?

El problema de la mayoría de la gente no es que se pongan metas demasiado altas y fallen.

El problema de la mayoría de la gente es que se ponen metas demasiado bajas y le atinan.

Entonces, atrévete a soñar.

Atrévete a soñar con algo de verdad grande y obsesiónate con alcanzarlo.

Y eso va a cambiar tu vida.

Comparte este episodio:

Descarga Gratis Tu Guía "35 Libros Que Cambiarán Tu Vida"

Recibe en tu correo esta valiosa guía. Además, cada semana te enterarás antes que nadie acerca de nuevos episodios, entrenamientos, webinarios y más

¡Mantente Al Día Con Cada Nuevo Episodio!

Suscríbete a nuestro boletín y entérate de nuevos episodios, webinarios, cursos y más.