¡No desperdicies dinero en tu publicidad!

Episodio 056

En este episodio, exploramos las similitudes entre el gimnasio y la publicidad, destacando cómo la persistencia, la planificación y el apoyo son clave tanto en el ejercicio como en el marketing. Se discuten tres puntos críticos: la importancia de no abandonar prematuramente las campañas publicitarias, la necesidad de un plan estratégico y medición de resultados, y el valor del apoyo grupal o coaching para lograr el éxito.

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El día de hoy estaba en el gimnasio y estaba pensando en tres cosas en las que el gimnasio se parece a tu publicidad y cómo eso te puede ayudar a tener mejores resultados. 

La primera es que cuando estaba yendo el gimnasio en enero, era imposible. Imposible. Estaba llenísimo de gente, dos ó tres personas rotándose una sola máquina.... Terminabas de hacer un ejercicio, querías hacer otro, tenías que esperar 10 minutos a que se le vaciara un poquito la máquina para poder empezar a hacer el siguiente ejercicio... era una locura. 

Hoy día en febrero... está vacío. Está vacío. Vas y no tienes que esperar en una sola máquina. Terminas con una máquina. Nadie más necesita estar rotando contigo cuando acabas vas a la siguiente y también está libre. 

Y eso mismo pasa en la publicidad. Muchos empiezan pero muchos abandonan demasiado rápido. Diría mi abuelita "Comienzan como caballo brioso, terminan como burro cansado". Y si no le damos tiempo a la publicidad para que nos funcione, si apenas arrancamos y queremos los resultados instantáneos ¡Ya! ¡Ya! ¡Ya! Eso no pasa. Eso nunca pasa. 

Tenemos que poner una campaña, probar, ajustar, arreglar... otra campaña, probar, ajustar, arreglar... y todo eso va tomando tiempo para que empecemos a tener resultados de nuestra publicidad. 

Entonces no seas de esas personas que van al gimnasio nada más enero y para febrero, como no han visto los resultados, lo abandonan.

Así no funciona la publicidad. 

Número dos: Hay muchos que van y se sientan en una máquina, hacen cualquier cosilla, hacen la otra y después se van a otra y se van a otra y se van a otra... Y te das cuenta que no tienen un plan, no tienen una estrategia. 

Y además, no apuntan sus resultados. No dicen "Okey, hice este ejercicio. ¿Cuántas series? ¿Cuántas repeticiones? ¿Con cuánto peso? Y no llevan ese récord de su progreso. Y cuando no medimos algo, no progresamos en ese algo. 

Entonces esas personas pueden ir un mes, dos meses, tres meses, seis meses, y las ves un año después y siguen igual. Siguen igual porque no tienen ni una estrategia ni tienen un récord de progreso. No saben cómo van. No están midiendo cómo van. 

Y en la publicidad que hacemos para nuestros negocios es lo mismo. Si nada más estamos poniendo campañas al azar, anuncios al azar, es muy difícil que tengamos algún resultado. Necesitamos tener un sistema. Un sistema que lleve paso a paso de que la persona nos conozca por primera vez, a que forme parte de nuestra comunidad o nuestra lista de emails a que de ahí, se convierta en un cliente, ascender su valor, un cliente repetido. Tenemos que tener un sistema que lleve a la persona a través de cada parte de todo eso. 

Y tenemos que llevar un control, un registro de que está funcionando, que no está funcionando. "Okey, hice este cambio. ¿Qué pasó? ¿Mejoró o no mejoró?" Y cuando nosotros hacemos eso de tener una estrategia y medir los resultados de cada paso de la estrategia, es muy fácil que nos demos cuenta qué es lo que no está funcionando y lo arreglemos para empezar a tener cada vez más y más y más y mejores resultados con nuestra publicidad, más y más clientes y más y más dinero en nuestro negocio. 

Y la tercera es que la gran mayoría de la gente que va al gimnasio va solita, llega, hace algo de ejercicio y se va. O si van en un grupito de dos ó de tres, llegan, hacen tantito de uno y se paran y se ponen a platicar. Y están ahí, cotorreando y bla bla bla o peor, se quedan sentados en la máquina. Y no dejan a nadie utilizarla mientras están platicando, echando novio, o yo qué sé. 

Y hay otros que van en pareja, por ejemplo, pero pero van a lo que van. Uno está viendo al otro, le está contando las repeticiones, le está contando el peso, le está diciendo "¡Tú puedes! Vamos, échale ganas, échale otra"... Y hay otros que también van... y van con un coach. Pagan un coach para que el coach esté atrás de ellos. "Y mira, vas a hacer esto. Échale, ganas, hazle así... Tú puedes. Vamos. Una más, una más, una más". 

Y esas personas, los que están en un grupo de apoyo entre sí o los que tienen un coach que les está enseñando y mostrando cómo... pasan varias cosas. Número uno: Se lastiman menos. Se lastiman menos porque tienen alguien que está viendo "A ver exactamente cómo haces este movimiento... no, mira, baja el hombro aquí... Hazlos para abajo antes de empujar... Está cuidando que lo hagan como debe de ser para no lastimarse. Y la otra es que le están echando ánimos. Le están echando impulso para que hagan un esfuerzo más allá de lo normal. Y en nuestro negocio es lo mismo. 

El ser un emprendedor, el ser un dueño negocio, a veces puede ser algo muy solitario. No tenemos a nadie con quien nos estemos apoyando, nos estemos impulsando hacia adelante. Podemos tener empleados, pero no es lo mismo. No es lo mismo que cuando tienes alguien que está también persiguiendo metas similares. Puede ser en otra industria. Puede ser otro negocio, pero una persona que está ahí echándote porras o tienes un coach que te está diciendo "Mira... Esto no. Quita esta campaña. Mejor cámbiale de esta manera. Mejor haz estos cambios. Alguien que te está diciendo "Checa esto. Esto no te está funcionando y cámbialo de esta manera. Y vamos, y tú puedes, y échale ganas”. 

Y si tú haces esas tres cosas en tu negocio, si tú haces tres cosas en tu marketing, si tú no te cansas, sino que lo ves como que es una jugada de largo plazo. Si tú tienes un sistema y llevas control de tus resultados y de tu progreso en cada parte del sistema. Y si tú tienes alguien que está junto a ti y que quiere verte tener éxito y que te está echando porras, vas a crecer, vas a crecer mucho en tu negocio y vas a ir viendo a los demás y vas a decir, "Um... ya no viene. Ya no está. Nada más hace cosas al azar. No sabe qué está haciendo. No sabe cómo va. No está haciendo todo lo que puede hacer". 

Y vas a ver cómo eso va a causar una diferencia gigantesca, gigantesca... entre tu negocio y el de tu competencia.

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